Las cocinas blancas no dejan de ser una de las mejores opciones por la claridad que aportan, por su facilidad para adaptarse estéticamente a cualquier entorno y porque se mantienen vigentes a través del tiempo y no cansan. Sin embargo, para no correr el riego de parecer insulsa y cuando en el diseño se tenga previsto un sitio para desayunos o comidas, una mesa o barra de madera es un magnífico complemento para darle un toque cálido y acogedor. Estos tres diseños de Santos son buenos ejemplos de ello. Mesa de pino apoyada en isla En esta cocina con distribución paralela y un elemento central, la mesa de pino envejecido y teñida, apoyada en…