Lejos del diseño de vanguardia, sin ostentación pero audaz, este modelo es capaz de ofrecer un espacio adecuado para todos los usuarios de la cocina. Los bocadillos para los niños, cenas con amigos, o convertir la que sería la rutina diaria en una amena y buena comida.
La asimetría que nos propone este diseño en combinación con unos colores de fuerte contraste, son claves para darle ese aspecto moderadamente moderno. Las puertas enmarcadas, están lacadas en color chocolate con un acabado satinado y combinan perfectamente con el color aguacate de los muebles bajos.
Las vitrinas de cristal translúcido, que aprovechan el mismo marco que las puertas, juegan un papel importante, ya que está presente tanto en los muebles altos abatibles como en los caceroleros y despensas.
La encimera de la zona de cocinar es de acero inoxidable y está en un plano más bajo que el resto de muebles, que es una forma de delimitar el área. Es una interesante sugerencia de Arthur Bonnet, con su modelo Emotion.