El aspecto cálido y contemporáneo que le otorga la madera a esta cocina, es extraordinario. En el largo pasillo con el techo a dos aguas y llena de tablas a su alrededor, la cocina blanca adquiere un aire rural y tranquilo a pesar de la simplicidad de sus líneas.
Una configuración abierta con una isla y mesa incorporada en madera, cuya característica más notable puede ser esa especie de gran ventana donde está la placa de cocción, enmarcada también en madera y rodeada de columnas despenseros, frigorífico y altillos, todos a la misma profundidad.
Encima de esa zona de cocinar, el extractor con los pequeños muebles altos en un color oscuro para darle profundidad a ese sector. Es un diseño del estudio de arquitectura australiano Jackson Clements Burrows.