En muchas ocasiones, las áreas pequeñas destinadas a la cocina son más difíciles de optimizar que las grandes, precisamente porque esa falta de espacio obliga a buscar alternativas funcionales acordes con el entorno y aprovechar cualquier lugar, algo que no siempre es tarea fácil.
En un loft de Manhattan, los arquitectos de Specht Harpman lo han solucionado estupendamente con un diseño minimalista, formado por un elemento separador vertical, que dispone de una pequeña mesa de trabajo por un lado, la mesa de comedor en el lateral y la encimera de la cocina por su parte interior.
El mobiliario, que cuenta con buena capacidad de almacenamiento, está compuesto por frentes de color blanco sin tiradores, con frigorífico integrado, campana integrada, placa de cocción modular, fregadero de acero inoxidable bajo encimera y superficie de cuarzo blanco. Magnífico.