La campana es un elemento sumamente importante en la cocina porque produce un ambiente libre de humos desagradables propios de los alimentos que se cocinen en ella. Y si está integrada al salón en un espacio abierto, con más razón.
Para elegir una buena campana, hay 3 puntos a tener en cuenta: altura de instalación, ancho de la campana y dimensiones del tubo de salida de humos. Pero hay otro detalle al que dedicarle especial atención que tiene que ver con la potencia de su motor: la capacidad de extracción.
Capacidad de extracción
Para saber la capacidad de extracción que debe tener la campana, la regla compartida por la mayoría de los fabricantes, es que tiene que ser capaz de renovar 12 veces el aire de toda la estancia en una hora (aunque algunos fabricantes recomiendan 10 y otros 15).
Por eso se mide en unidades de volumen por tiempo (m3/h). Esa potencia se calcula multiplicando el área de la estancia por su altura y a su vez por 12.
Ejemplo práctico
Como muestra, una cocina que tiene 50 m3 (largo x ancho x alto en metros) al multiplicarlo por 12, da como resultado 600 m3/h que es la capacidad de extracción aproximada que debe tener la campana a elegir.
Los valores se pueden consultar en las características técnicas de cada modelo, que siempre deben ser los exigidos por la UNE-EN.
Y aunque no siempre es posible seguir esta regla estrictamente es muy importante buscar unos valores de potencia similares para la campana o extractor de la cocina.
