En este proyecto único se ha logrado recuperar el carácter de una vivienda histórica, creando la mezcla perfecta en la cocina. Todo ello combinando elementos originales con una distribución actualizada y una decoración más moderna.
Enfocándose en la joya de esta casa, la cocina, se ha logrado integrar la modernidad y los elementos auténticos que nos transportan a otra época. Desde el primer momento fue clara la necesidad de preservar la esencia de la vivienda.
Los techos altos, las vigas expuestas, el ladrillo visto y las ventanas de gran altura hablaban de la historia que habitaba entre esas paredes. Pero al mismo tiempo, se quería adaptar la distribución y la decoración para satisfacer las necesidades actuales de una familia de cinco miembros.
El diseño lineal y abierto
En la zona de día, se diseñó un espacio de cocina-salón-comedor totalmente conectado, permitiendo que la familia esté siempre junta durante las diferentes tareas. Una impresionante mesa se convierte en el epicentro de largas y reconfortantes cenas familiares. El ambiente diáfano que se ha creado supuso un giro radical respecto a lo que existía antes de la reforma.
La clave de esta transformación radicó en la cuidadosa selección del mobiliario de cocina. Se buscó igualarlo con el acabado de pintura para rebajar su importancia y permitir que los elementos originales como el ladrillo visto recuperado y las espectaculares vigas expuestas captasen toda la atención al entrar. Cada rincón de la cocina cuenta una historia, cada detalle tiene un propósito.
La modernidad se hizo presente en la elección de electrodomésticos y accesorios de última generación que se integran perfectamente en el entorno. La tecnología se fusiona con el encanto del pasado, ofreciendo una experiencia culinaria sin precedentes. La iluminación estratégicamente ubicada realza cada textura y revela los secretos que se esconden en los rincones más íntimos de esta cocina única.
La funcionalidad y el confort
Pero no solo se trata de estética. La funcionalidad también fue una prioridad en esta transformación. Cada mueble y cada espacio se diseñaron pensando en la comodidad y la eficiencia. Los armarios empotrados, las amplias encimeras y la distribución inteligente permiten un flujo de trabajo fluido y facilitan el acceso a todo lo que se necesita para crear deliciosas obras maestras culinarias.
En resumen, la mezcla perfecta entre la modernidad y los elementos originales es posible y alcanza su máxima expresión en esta cocina. Se recuperó la esencia de una vivienda histórica, dándole una nueva vida y adaptándola a las necesidades actuales de una familia moderna. El resultado es una cocina que cautiva a primera vista y envuelve a todos los que la visitan en un aura de encanto y sofisticación.
Se trata de un diseño lineal con una buena área de trabajo con zona de cocción y fregadero sobre un modelo claro sin tirador e interiores oscuros. A su derecha se sitúa la zona de columnas con hornos, frigorífico integrado y amplio almacenaje. Es una estupenda reforma del Estudio de Interiorismo en Barcelona Sincro.
La cocina es el corazón de un hogar y esta cocina en particular es un testimonio vivo de cómo la mezcla de estilos puede crear una experiencia única y envolvente.
