1. Tener una idea clara de lo que se va a hacer mediante un proyecto
Antes de iniciar cualquier reforma en la cocina, es necesario contar con un plano de planta con las medidas exactas de toda la estancia que se va a cambiar y una idea inicial de lo que se va a hacer y que poco a poco se pueda ir corrigiendo hasta lograr la que mejor se adapte a nuestras necesidades. Esto lo debe hacer un profesional como arquitecto, arquitecto técnico o diseñador de interiores.
Si ello implica tirar paredes, modificar instalaciones de agua y luz o mover puertas y ventanas, con mayor razón será indispensable para un buen resultado. Improvisar cada día por falta de ese diseño previo, conlleva a innumerables errores que se reflejarán al final en mayores gastos y trabajos sin terminar.
Además, los materiales como azulejos, pintura, iluminación, puertas, entre otros y por supuesto muebles de cocina, encimera, electrodomésticos y un sinfín de pequeños detalles, hay que escogerlos antes de empezar para poder tenerlo todo previsto.
A pesar de que puede ser algo estresante, luego nos evitará muchos dolores de cabeza.
2. Tomar en cuenta el triángulo de trabajo
El triángulo de trabajo es la clave de toda disposición de una cocina. Debe diseñarse de manera que sea fácil el acceso a la placa de cocción, nevera y fregadero.
Si observamos que es necesario caminar alrededor de una isla o sortear muchos obstáculos para llegar a cada una de esas zonas, seguramente el diseño no es el más apropiado.
3. Dejar suficiente superficie para trabajar
Los pequeños electrodomésticos colocados sobre la encimera, afean la cocina y reducen el espacio para trabajar, por lo que es recomendable buscarles un lugar para guardarlos, como por ejemplo un mueble de persiana de aluminio o una despensa.
4. Prever una buena organización de las zonas de actividad
Despensa, almacenaje, lavado y limpieza, preparación y el área de cocción son las zonas claves para una buena organización que nos ayude a ahorrar tiempo y esfuerzos. Lo ideal es que los componentes de cada sector estén próximos unos de otros para no hacer desplazamientos de más.
Por otro lado, también hay soluciones creativas que se pueden valorar, como colgar ollas y sartenes en alguna pared, o poner una barra debajo de los muebles altos para colgar cuchillos, cucharones y otros accesorios.
Hacer una buena limpieza de objetos o aparatos que no se utilizan nunca, puede suponer sitio extra en la nueva cocina.
5. Escoger una buena iluminación
Una mala iluminación, además del ambiente sombrío e incómodo que produce, nos impedirá ver claramente si estamos preparando una receta correctamente y qué aspecto tiene.
6. Respetar los espacios mínimos
Toma en cuenta todas las áreas de circulación al planificarla. De ello depende que sea eficiente en el día a día.
7. Elegir una campana extractora efectiva
El aire viciado y los olores de la cena anterior, por lo general no son agradables y el vapor de agua y grasa que circula, pueden dejar marcas feas en tus paredes e incluso dañar tus aparatos y muebles.
8. Apostar por la calidad de los materiales
Trata de no renunciar a la calidad, especialmente en los artículos que se utilizan mucho. Una campana, o frigorífico, o una placa de cocción muy económicas, tendrán probablemente una vida útil corta y posiblemente tengamos que gastar más dinero para reemplazarlos.
Igualmente importante es escoger para el suelo y el revestimiento de las paredes materiales de buena calidad, de color a juego con el ambiente o neutro, con acabados que sean fáciles de limpiar y de mantener en buen estado.
Con los formatos grandes de cerámica o porcelánicos, se obtienen menos juntas y por lo tanto son más limpios y estéticamente más agradables, pero hay muchas otras soluciones para todos los gustos y bolsillos.
9. Optar por colores a tu gusto sin olvidar la armonía
Aunque para gustos, los colores, elegir los de la cocina no es fácil. Si se eligen demasiado atrevidos o sin ninguna armonía cromática, pueden llegar a pasar de moda rápidamente o ser una pesadilla diaria.
Igualmente, unos colores apagados y sin contraste, darán la sensación de una cocina anodina y sin gracia.
Debes tener en cuenta el suelo, la pared, los muebles, la encimera y los electrodomésticos, para lograr una estética equilibrada que sea agradable.
Los diferentes tonos madera y colores blancos son los más usados en los diseños contemporáneas. Pero sobre todo, la cocina debe agradarte a tí.
En éste punto, el proyecto de la cocina debe estar definido y listo para ejecutarse.
10. No tratar de hacerlo todo uno mismo
El «hágalo usted mismo» está muy bien si se tiene habilidad, conocimientos, herramientas y tiempo para reformar la cocina.
Y mucha suerte!.
Todas las cocinas presentadas son de Febal.
cocinasconestilo
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Qualy art
Quiero felicitar sen duda es un bueno consejo para nosotros que va ayudar en auxilio para todos gracias.
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